01 Mar Fortalecimiento
FORTALECIMIENTO PARA EL NUEVO CREYENTE
HOY PODEMOS CONTEMPLAR EL DÍA DE SALVACIÓN DE DIOS PARA SU PUEBLO AMADO
Capacitación Integral Sembrando Semilla – Este libro Puede ser usado como una herramienta de gran ayuda en el
fortalecimiento espiritual del nuevo creyente para afirmar su fe, le ayudará a familiarizarse con las Sagradas Escrituras y
a comprender de mejor manera el propósito de Dios en su vida.
2018 – Publicado en Perú bajo la dirección del proyecto Sembrando Semilla – El Evangelio Integral al Servicio de Jesucristo en Todas las Naciones.
Citas Bíblicas tomadas de la Santa Biblia, RVR 1960.
RECOMENDACIONES PARA USAR ESTE MANUAL
Objetivo:
Comprender el plan de Dios de manera integral, crear la seguridad de la Salvación de manera
personal en la conciencia del creyente
No estudie con prisa.
Tome el tiempo necesario para estudiar cada lección y hágalo conscientemente sin perder su clase.
Busque todas las citas Bíblicas.
A través de este material usted podrá familiarizarse con el manejo de las Sagradas Escrituras, ellas
mismas hablaran a su corazón. Es recomendable usar siempre la misma Biblia.
Reponga la clase perdida.
No es suficiente justificar la ausencia, deberá reponer en otro grupo la lección correspondiente.
Participe. Para el mayor aprendizaje haga preguntas, observaciones y participe activamente en la
clase. Tenga en cuenta que la mente humana retendrá el 5% de lo que oye, el 10% de lo que lee, el
20% de lo que ve y escucha, el 50% de lo que discute en grupo y el 90% de lo que practica.
PRESENTACIÓN
En nuestros días la iglesia del Señor tiene un gran reto: “Cumplir la gran comisión” instituida por
Jesús en Mateo 28: 19. Los esfuerzos de la iglesia por alcanzar a los perdidos no han sido suficientes
para lograr este objetivo tan importante para la humanidad entera, lo cierto es que la iglesia ha
tenido falencias y en muchos casos se ha perdido la orientación, encaminando al nuevo creyente a
la religión, mas no al poder de salvación que nos brinda el Santo Evangelio de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. Hoy necesitamos creyentes transformados por el poder de Dios, convencidos
del llamado hecho por Dios a sus vidas y orientados en el camino de la Salvación.
Después de haber visto el vano esfuerzo de muchos ministerios en el mundo entero, de cómo
muchos pastores solo han alcanzado a una poca minoría en largos años de trabajo y de cómo
aquellos pocos han fundamentado su fe en conceptos de hombres y en preceptos de religión o en
actividades sociales que no producen ningún cambio en la mente y el alma del ser humano, he
entendido que solo con la ayuda y el poder del Espíritu Santo podremos alcanzar a los perdidos y
cumplir el mandato de Jesús en estos últimos días, por esta razón he diseñado este material con el
propósito de orientar al creyente en su fe y en su llamado ministerial para que pueda ser
restaurado integralmente y renovar su entendimiento mediante la acción del Espíritu Santo hasta
alcanzar la madures espiritual y pueda caminar bien orientado en el propósito de Dios en su vida.
Pastor. Robinson Maestre.
TABLA DE CONTENIDO
PRESENTACIÓN
UNA ESCALERA HACIA EL PADRE CELESTIAL
LECCIÓN 1 BUSCANDO EL CAMINO DE LA SALVACIÓN
LECCIÓN 2 LA CREACIÓN
LECCIÓN 3 EL PECADO DEL HOMBRE
LECCIÓN 4 LA VENIDA DEL MESÍAS
LECCIÓN 5 EL COMPROMISO DE DIOS PARA CON EL
HOMBRE
LECCIÓN 6 EL ÚNICO CAMINO AL PADRE CELESTIAL
LECCIÓN 7 EL ARREPENTIMIENTO
LECCIÓN 8 EL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS
LECCIÓN 9 LA REALIDAD DE LA REDENCIÓN OBRADA POR
JESUCRISTO COMO SOLUCIÓN AL PROBLEMA DEL PECADO
LECCIÓN 10 LA ORACIÓN
UNA ESCALERA HACIA EL PADRE
CELESTIAL
Hoy usted comenzará la más extraordinaria aventura que
jamás haya vivido, experimentará las más ricas experiencias y
podrá adquirir un incalculable conocimiento a través de SU
RELACIÓN CON DIOS.
Prov. 10: 22: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.” 1
Corintios 1: 5: “Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda
ciencia”. 2 Corintios 9: 11: “Para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual
produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios”.
La mayor riqueza que un ser humano pueda tener es conocer a DIOS, ser salvo y obtener la vida eterna.
Cada escalón de esta inmensa escalera es un nivel por el cual usted pasará a través de su relación
con Dios hasta alcanzar la madures espiritual.
Usted comenzará a crecer espiritualmente, por esta razón necesita abrir su corazón a la Palabra de
Dios y recibir la instrucción que le dará el Espíritu Santo día tras día.
Con Cristo en su corazón, su mente está siendo renovada por el poder del Espíritu, una nueva
manera de pensar y de percibir las cosas en su entorno lo harán una criatura diferente. Tal vez en el
momento no entienda porque le suceden algunas cosas, simplemente es porque usted está
experimentando una vida nueva dirigida por el Espíritu de Dios, mas no por los deseos de su carne
o por las emociones del alma, también por esa razón enfrentará luchas ya que su mente natural no
se ha acostumbrado a ser dirigida por el Espíritu, pero poco a poco librará esa batalla y verá la
gloria de Dios en su vida.
Romanos 12: 2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta”.
Usted estará creciendo cada día como un bebe recién nacido y aprendiendo a través de su relación con el Espíritu Santo.
(2 Pedro 3: 18).
Déjese sumergir en la presencia de Dios y adquiera la sabiduría de lo alto, la cual le ofrece el Señor
sin reproche. 2 Pedro 1: 19. “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis
bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día
esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”.
Aunque naturalmente usted sigue envejeciendo, en su interior, esto es en el espíritu, su nuevo
hombre va creciendo y madurando cada día. 2 Corintios 4: 16. “…aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”.
En el nuevo creyente comienza a producirse una transformación, un cambio de mentalidad, es una
metamorfosis que lleva al hombre natural al conocimiento de la vida espiritual, a relacionarse con
su Dios a través de la oración y de las experiencias nueva que está viviendo a causa de haber
recibido a Cristo en su corazón como su Salvador personal.
Ahora usted es dirigido por el Espíritu Santo, es Él quien
lleva el control de su vida.
Lección 1
BUSCANDO EL CAMINO DE LA SALVACIÓN
El ser humano separado de Dios vive con un enorme vacío en su corazón
que a menudo intenta llenar con todo aquello que pueda producir gozo
como el licor, los vicios y las bajas pasiones; este gozo es momentáneo y
jamás le dará al hombre la paz que necesita porque la paz es un estado
del alma que solo podemos alcanzar reconciliándonos con Dios,
recibiendo a JESÚS en nuestro corazón y así podremos experimentar el gozo que produce ser salvo.
Hoy usted ha encontrado el camino a la vida eterna. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y
la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 14: 6.
El evangelio no es una religión, es un cambio de mente, un estilo de vida basado en la piedad y en las sanas palabras de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. (1ra Timoteo 6: 3, 4).
Usted ha comenzado una nueva vida por la fe en Jesús, Él es ahora su Señor y Salvador.
Jesús lo ha comprado a precio de sangre en la cruz del calvario.
JESÚS ha pagado con su vida la culpa de sus pecados y le ha
otorgado el perdón, usted ya no debe nada delante del Padre
Celestial.
Jesús lo ha comprado para que le sirva a Él, ahora usted es de su
propiedad, él es su Señor, entonces usted debe obedecerle en
todo.
Al usted recibir a Jesús, ha sido adoptado como hijo de Dios, ahora tiene un gran privilegio: “Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1: 12
Usted ha entrado en un nuevo orden jerárquico de la creación, ahora tiene el poder de ser hijo de
Dios y como hijo, heredero de la gloria que resucitó a Jesús de los muertos y lo llevó a lugares
celestiales, sobre todo poder y autoridad porque Jesús le ha entregado ese privilegio a la iglesia, la
cual es su cuerpo y usted es parte del cuerpo de Cristo, es un miembro de la familia espiritual de
Dios. (Romanos 8: 17 – Efesios 1: 18 -23).
Para que podamos entender mejor el propósito de Dios a través de su plan de redención
comencemos desde el principio en la eternidad:
UNA HISTORIA REAL
Hubo una batalla en el cielo y fue arrojado de la gloria de Dios, el
diablo y su ejército Apocalipsis 12: 7 -9
Dirigiendo nuestra mirada al pasado sin fecha; donde Dios había
preparado los tamboriles y las flautas para el día de la creación del
Ángel querubín protector, lleno de sabiduría y hermosura, sus
vestiduras de piedras preciosas, su nombre Luz Bel. Este ser se
enalteció en su corazón a causa de su hermosura y fue lleno de
iniquidad, engendrando así el primer pecado en su corazón: EL ORGULLO, por lo cual Dios saco
fuego de en medio de él, el cual lo consumió y quedo convertido en espanto, también llamado
Diablo o Satanás. Ezequiel 28:14-19.
El pecado de Satanás produjo un cataclismo, un desorden en el universo.
Lección 2
LA CREACIÓN
Del capítulo uno al capítulo tres de Génesis encontramos con detalle la creación del universo, Dios
creó la tierra, el mar la vegetación, animales y un ejército de especies. Dios tuvo especial cuidado
en la creación del hombre. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra.” Génesis 1:27, 28. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era
bueno en gran manera…” Génesis 1:31.
El primer día fue trascendental para crear y ordenar todo el universo, Dios puso los fundamentos de
la tierra, su luz y su sostén, las bases que sostienen la tierra son su palabra, su luz creadora. “Todas
las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Juan 1: 3
Fue entonces cuando Dios hizo del barro al hombre, con limitaciones; para reemplazar al Ángel querubín que había pecado. Varón y hembra los creo. Génesis 1:27,28 – 2:15-24
Puso Dios al hombre en el edén, un hermoso paraíso, le entregó un
reino para que fuera amo y señor de él, la tierra y sus habitantes
(Animales y la naturaleza). El hombre no sabía que el ángel había
caído (Satanás) era su enemigo.
Si el hombre, con sus debilidades y limitaciones obedecía a Dios,
humillaría a Satanás, quien siendo espíritu creado por Dios con toda
sabiduría y hermosura había pecado.
Satanás venció a la mujer, seduciéndola a través de la serpiente y
logró que desobedeciera a Dios, arrastrando también al hombre tras
el pecado. Génesis 3:1-7
Como consecuencia el reino del hombre cayó en manos de Satanás, la naturaleza y toda la tierra
fue cautiva por el mal, el hombre tuvo que enfrentarse a la muerte, las enfermedades y todo lo que
el mal ofrece. Génesis 3:17-19.
DIOS AMA AL HOMBRE
Cada ser humano es un especial tesoro de Dios con valores
incalculables y características únicas diseñadas especialmente
por Dios para gobernar un mundo natural. Dios determinó
pagar un precio antes de crearlo: Jesús sería introducido en el
tiempo para pagar con su sangre y darle vida a todo ser
humano, alumbrándolo con su luz resplandeciente.
Las obras de Dios al crear el universo reflejan, enseñan y
muestran el especial cuidado que tiene Dios con su creación, su gran amor hacia ella.
Le puso fundamentos, estatutos y bases sólidas a su creación, alumbró Dios con su luz creadora los
planos y diseños universales para ponerle estatutos al mar, medida a la tierra, vestirla de nubes y
ponerle por faja oscuridad, para hacer aparecer la mañana y poner el lugar del alba, para establecer
las puertas de la muerte y el camino a la habitación de la luz, para disponer sus tesoros, para
establecer leyes para los truenos y relámpagos, para hacer llover en el desierto y hacer brotar la
hierba verde, para engendrar las gotas del rocío, para crear el hielo y hacer llover escarcha del cielo,
para congelar la faz del abismo, para mostrar a su tiempo las constelaciones de los cielos, para dar
órdenes a los cielos, para dar sabiduría al corazón del hombre y al espíritu inteligencia, para inclinar
los odres de los cielos, para proveer la presa a los leoncillos, para preparar al cuervo su alimento,
para establecer el tiempo en que paren las cabras monteses, para echar libre al asno montés y
ponerle casa en la soledad y sus moradas en lugares estériles para que se burle de la multitud de la
ciudad y no oiga las voces del arriero, para darle hermosas alas al pavo real y alas y plumas al
avestruz, el cual desampara en la tierra a sus huevos y sobre el polvo los calienta y olvida que el pie
los puede pisar y que puede quebrarlos la bestias del
campo, se endurece para con sus hijos como si no fuesen
suyos, no temiendo que su trabajo haya sido en vano;
porque le privó Dios de sabiduría y no le dio inteligencia,
para darle al caballo la fuerza y vestir su cuello de crines
ondulantes y poner un soplido formidable en su nariz,
escarba y se alegra en su fuerza, para que vuele el gavilán
por su sabiduría, para que se remonte y ponga en lo alto su
nido, para que habite en la peña, en la cumbre del peñasco
y de la roca y sus ojos observen de lejos, para ponerle leyes al viento, luz al sol y las estrellas,
hermosura a la luna y un manual de vida al hombre.
Con su gran poder estableció Dios sus justos juicios, los órdenes jerárquicos y adornó la creación
majestuosamente, le dio honra y hermosura determinando el ardor de su ira para abatir a todo
altivo, quebrantar a los impíos en su sitio y complacerse en misericordia, estableció su absoluta
voluntad y sus inescrutables designios para que toda su creación lo conozca como el único,
soberano, omnipotente, omnisciente y omnipresente Dios. (Job capítulo 38 y 39).
Todo esto lo diseñó Dios y con su gran poder trazó las acciones de las épocas, tiempos y edades,
para que se cumplan por su palabra, de manera que todo lo contenido en el tiempo entre de nuevo
a la eternidad; solo basta venir a la luz verdadera que es Cristo Jesús para ser parte de la
restauración eterna.
¿PARA QUÉ CREÓ DIOS AL HOMBRE?
“y fue el hombre un ser viviente”
La vinculación entre “alma” y “respiración” se establece en
la historia primigenia de la creación de Adán: “Entonces
Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,
y sopló en su nariz aliento de vida; y fue el hombre un ser
viviente”
(Génesis 2, 7).
El hombre fue creado por Dios para su alabanza, para que lo adorara, exaltara y para tener una
excelente armonía y comunión con Él. (Efesios 1: 6, 1:12, Salmos 145:3, Isaías 38:19, Apocalipsis
5:13). “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza…” Génesis 1: 26.
Este plural parece sugerir la idea de una especial deliberación de Dios en el momento de crear el
género humano, de entre todas las obras de Dios, solo la creación del ser humano es precedida por
esta solemne decisión divina, había llegado el momento esperado por el mismo Dios en su acción
creadora como: “Hagamos ahora al hombre”, “Hagamos entonces la especial obra” “…a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;”
Sin duda alguna las manos de Dios crearían a un ser muy especial, con cierto parecido a él mismo,
un ser creativo, capaz de razonar y escoger libremente sus decisiones, un ente moral y lo más
importante un ser capaz de tener una relación interpersonal con Dios y ejercer como su
representante el gobierno del mundo. “…y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos,
en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” Génesis 1: 26.
El orden creativo de Dios parece demostrar el especial interés del creador ante las acciones o
respuestas del hombre, quien luego de acomodarlo en un hermoso edén y darle algunas órdenes,
trae a él toda bestia del campo y toda ave de los cielos para que viese como los habría de llamar; “y
todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.” Génesis 2: 19 Dios quería
desde el primer instante que el hombre participara también de sus obras creadoras, como ser
creativo. “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;…”
Génesis 2: 20
La ayuda idónea hace referencia a la unidad e íntima
afinidad entre ambos sexos, la dignidad y el significado profundo
de la unión matrimonial. El hombre y la mujer en estado
inocente, desnudos, expresando una vida sencilla, sin
sentimientos de culpa y en perfecta armonía consigo mismo y
con el prójimo, en un hermoso Edén, deberían cumplir ciertas
órdenes y especificaciones dadas por Dios como único requisito
para permanecer en ese estado de inocencia.
Lección 3
EL PECADO DEL HOMBRE El hombre falló
Pero desafortunadamente Adán y Eva desobedecieron a Dios y fueron expulsados del huerto. Génesis 3:24
Dios preparó un plan de redención para el hombre para
demostrar a la creación y a los habitantes de la eternidad
pasada su inmensa misericordia y su gran amor para con el
hombre.
Toda desobediencia se llama pecado, pero Dios creó al hombre con alma, para poder redimirlo de
ese estado (El pecado).
Entonces estableció Dios un nuevo orden ya que en la eternidad pasada los ángeles que pecaron no
tuvieron redención ni oportunidad de ser redimidos porque los ángeles no tienen alma, solo cuerpo
y espíritu, por esta razón los ángeles que pecaron no se pueden revelar contra Satanás porque su
condición no se los permite, solo el hombre por tener alma y libre albedrío, se puede revelar contra
Satanás para no servirle más y dejar de ser su esclavo; o también se puede revelar contra Dios para
seguir siendo esclavo de Satanás. (Usted tiene un libre albedrío) “Porque no sujetó a los ángeles el
mundo venidero…” (Hebreos 2: 5) “Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que
socorrió a la descendencia de Abraham.” Hebreos 2:16.
De manera que a través de su divino plan de salvación, el hombre alcanza la misericordia de Dios y tiene a su disposición la luz restauradora de Cristo Jesús y puede entrar a la vida eterna.
LA REALIDAD DEL PECADO Y SU EFECTO SOBRE LA
HUMANIDAD
El pecado entró en la humanidad a través de la influencia de las tinieblas, las cuales empezaron a
gobernar de nuevo directamente sobre este ejército de criaturas creadas por Dios. (El hombre fue
engañado por Satanás).
El pecado originado por la desobediencia, afecto a toda la creación, matar, hurtar y destruir, entraron a ser parte de un mundo que inicialmente era sano y bello.
LA BIBLIA establece la separación entre Dios y el hombre como consecuencia del pecado. “Porque
vuestros pecados y vuestras iniquidades han hecho separación…” Isaías 59:2
«os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia» (Deuteronomio. 30:19).
LA MISERICORDA DE DIOS
El pecado de los hombres no logrará deshacer el plan de
salvación de Dios, el cual se cumplirá en todo aquel que
se arrepiente y viene a los pies de Jesús y lo recibe como
su único y suficiente salvador personal.
Dios interviene con juicios o bendiciones y aún más, con
su misericordia, entregando el perdón y una nueva oportunidad, de manera que al final de los días,
cuando pase el tiempo, todo vuelva a ser como antes, en la eternidad futura.
EL PLAN DE SALVACIÓN
Pero Dios diseño un plan de redención para salvar al hombre, en su infinita sabiduría, creo a JESÚS. Dios hecho hombre, engendrado por el poder del Espíritu Santo en el vientre de María. (Lucas 1: 30- 35). JESÚS fue capaz de vencer al mal, haciendo todo lo puro, lo justo, lo bueno, obedeciendo a Dios en todo, al morir en la cruz, venció a la
muerte y le devolvió el reino al hombre. “Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Filipenses 2: 8.
Jesús murió para salvar a la humanidad “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3: 16
JESÚS destruyo por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al Diablo. Hebreos 2:14.
UNA VIDA CON SIGNIFICADO
La libertad de decidir es el libre albedrio que Dios le ha dado al ser humano para que escoja entre el bien y el mal.
«Elegir la vida» en la Biblia no solo significa oponerse a la muerte, sino, llevar una vida con sentido. Lo importante es
que introduzcamos sentido en nuestra vida. Una vida de rectitud que es forzada sobre nosotros, no
permite rendir las bendiciones que Dios nos tiene guardadas. La Biblia Hebrea utiliza con frecuencia
el verbo “elegir”. Incluso, uno podría argumentar que la «elección» es la acción más importante de
Dios en la Biblia: Dios «escogió» a Abraham como el primer patriarca (Neh. 9:7), «El escogió» a
Israel que sea su pueblo (Isaías. 44:1), y ha «elegido» a Jerusalén como su ciudad y a David como su
rey (2 Crónicas 6:6).
Llevar una vida divinamente aprobada significa reflejar el acto esencial de hacer buenas elecciones: «desechar lo malo y escoger lo bueno» (Isa. 7:16).
LA REALIDAD DE LA INCAPACIDAD DEL HOMBRE PARA
RESOLVER EL PROBLEMA DEL PECADO POR
SÍ MISMO
Para resolver el problema del pecado Dios ha provisto un único
medio, el cual está a la disposición de todos los seres humanos
gratuitamente, el cual podemos activar con la fe; JESUCRISTO es el
puente que nos conecta directamente con Dios, sin escalas ni
intermediarios, es Jesús el verdadero camino hacia el Padre Celestial.
Efesios 2: 8, 9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; No por obras, para que nadie se gloríe
Isaías 64: 5, 6 “… ¿Podremos acaso ser salvos?
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia”.
1 Corintios 15:22. “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”.
Lección 4
LA VENIDA DEL MESÍAS
Anuncio del nacimiento de Jesús. (Lucas 1: 26 – 38)
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María…
Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS… Entonces María
dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón.
Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá llamado Hijo de Dios.
El plan de Dios se estaba cumpliendo con el nacimiento de Jesús. Ya el profeta Isaías había
anunciado el nacimiento de el Salvador del mundo Isaías 9: 6, 7 “Porque un niño nos es nacido, hijo
nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable,
Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.”
EL REINO DE DIOS
“En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
Y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado.
Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor,
enderezad sus sendas. Mateo 3: 1- 3.
Juan el bautista anunció la venida del reino de Dios y preparó el camino para el inicio del ministerio
de JESÚS el Salvador, aunque muchos no creyeron en Jesús como el Mesías, sí reconocían a Juan
como un profeta enviado por Dios.
Juan practicó el bautismo del arrepentimiento y anunció que tras él vendría uno que bautizaría con
Espíritu Santo y fuego, (refiriéndose a Jesús). Lucas 3: 16. “Respondiendo Juan, diciendo a todos:
Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de
desatar la correa de su calzado; Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”.
La salvación se estaba manifestando al mundo, a los hombres, Jesús trajo esperanza a todos
aquellos que lo recibieron y creyeron en su nombre como el ungido de Dios, el mesías prometido a
Israel (Daniel 9: 27; Juan 1: 14; Juan 4: 25).
Jesús también predicó anunciando el reino de los cielos (Mateo 4: 17). Jesús le dijo a los fariseos:
“…El reino de los cielos no vendría con advertencia,
Ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.” Lucas 17: 20,
- Él estaba diciendo que su reino era espiritual y la nación de Israel esperaban un gobierno que
los libertara del yugo del imperio romano.
Jesús anunció el reino de los cielos es de los pobres en espíritu (Mateo 5: 3); es de los que padecen
persecución por causa de la justicia (Mateo 5: 10).
También dijo que para entrar en el reino de los cielos nuestra justicia debía ser mor que la de los escribas y los fariseos (Los religiosos de la época). (Mateo 5: 20).
También enseñó que para entra en el Reino de los cielos debemos hacer la voluntad del Padre Celestial. (Mateo 7: 21).
Jesús nos ordenó predicar el Reino de los cielos (Mateo 10: 7).
En el reino de los cielos es un reino de poder, Jesús dijo que el más pequeño en el reino será mayor que Juan el bautista. (Mateo 11: 12).
A todo aquel que recibe a Jesús le es dada la facultad de saber los misterios del reino de los cielos; mas a los que no lo reciben no les es dado. (Mateo 13: 11).
Jesús comparó el reino de los cielos con una buena semilla y cosechas (Mateo 13: 23; 13: 31).
Comparó el reino de los cielos con la acción de la levadura en porciones, de la misma manera que crece la masa leudada, así crece el reino de Dios. (Mateo 13: 33).
Jesús compara el reino de los cielos con un gran tesoro. (Mateo 13: 44).
Lo comparó con unas perlas preciosas en Mateo 13: 45
Lo comparó con una red de pesca que recoge todo tipo de peces, refiriéndose a la oportunidad que
le ha dado a todos los hombres para ser salvos, sean ricos o sean pobres, sin importar su raza, sus
ventajas o desventajas, el reino de los cielos está disponible para todos los que lo quieran recibir
por la fe en Él (JESÚS). (Mateo 13: 47).
Él expresó que en el reino de los cielos se manifestaría la sabiduría y el conocimiento y podríamos ver el poder de la gloria de Dios. (Mateo 13: 52).
Jesús le ha entregado a todo el que lo recibe como Salvador la autoridad del reino de los cielos para gobernar y ordenar al mundo espiritual como hijos y herederos de la gloria de Dios (Mateo 16: 19).
Jesús explicó que el reino de los cielos se basa en la humildad y humillación de una mente que
piensa de manera inocente en cuanto al mal; que en el reino de los cielos hay quien es mayor y
menor. (Mateo 18: 1 -5).
Jesús enseñó que el reino de los cielos está basado en el perdón y la misericordia y también en la
justicia de Dios, así como Él nos ha perdonado para entregarnos su reino, también nosotros
debemos perdonar a nuestros semejante para parecernos a nuestro Padre Celestial porque de lo
contrario seremos juzgados por Él como indignos de recibirlo.
(Mateo 18: 23 – 35).
Él dijo que el reino de los cielos es de los niños. (Mateo 19: 14).
Jesús dijo que los que aman las riquezas y los bienes de este mundo, difícilmente entrarían al reino de los cielos. (Mateo 19: 23, 24).
Jesús nos explica que Él ha entregado el reino de los cielos a quien ha querido, sin importar cuanto
hallan hecho antes o después, solo basta la fe en Jesús y su sangre redentora para merecerlo. Él es
soberano. (Mateo 20: 1 – 16).
Jesús comparó el reino de los cielos con una fiesta de bodas. (Mateo 22: 2- 14).
Jesús exhortó duramente a los fariseos por enseñar mandamientos de hombres y porque su
hipocresía no les permitía entrar al reino ni tampoco dejaban que los que querían entrar entraran.
(Mateo 23: 13- 39).
Jesús ilustró el reino de los cielos comparándolo con la prudencia de cinco vírgenes y la insensatez
de otras cinco, dándonos a entender que para entra al reino de los cielos necesitamos estar
siempre preparados con aceite en nuestras lámparas que representa al espíritu santo en nuestras
vidas. (Mateo 25: 1 -13).
Jesús nos dice que él nos pedirá cuentas por los dones y talentos que nos ha entregado con el reino de los cielos. (Mateo 25: 14 – 30).
Jesús enseñó que Él premiará con el reino de los cielos a los humildes y de buen corazón. (Mateo
25: 31 – 34).
Para entra al reino de Dios hay que nacer de nuevo. (Juan 3: 4, 5).
El reino de Dios ha sido entregado a los hombres de manera gratuita, Jesús derramo su sangre en la
cruz del Calvario para que todo aquel que en El cree lo reciba, es entonces por la fe en Jesucristo
como obtenemos el reino, esto es la Salvación eterna de nuestra alma. Esta salvación es individual,
quiere decir esto que cada persona puede escoger libremente entre recibir a Jesús como su
Salvador o rechazarlo, ¡Dios respetará tu decisión!
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré
con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3: 20.
HEMOS SIDO COMPRADOS
¿Cuánto vale el hombre para Dios? La Sangre de Cristo es el
precio que Dios pagó para salvar al hombre de la condenación
eterna: “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón
de pecados según las riquezas de su gracia”. Efesios 1: 7.
Estudie Efesios 1:3 al 14:
EL AMOR DE DIOS
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna”. Juan 3:16
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5: 8
El amor de Dios fue plasmado con el sacrificio hecho por Cristo Jesús
en la cruz del calvario, su muerte y resurrección abrieron el camino al
cielo, el Padre Eterno mostro su gran misericordia dándonos el
regalo inmerecido de la Salvación eterna de nuestra alma.
Su amor nos ha dado el poder de ser hechos hijos de Dios y herederos de todas las cosas, ahora
solo tenemos que permanecer en su amor para poder recibir la redención eterna y para esto es
necesaria una vida de consagración y obediencia a Dios, obediencia a su Palabra, sus estatutos y
mandamientos para poder recibir sus inigualables promesas y ser partícipes de la inmensa gracia de
Dios.
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos
que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como él es”.
1ra Juan 3: 1.
Dios es amor, de modo que el que no ama no ha conocido a Dios; (1ra Juan 4: 8).
Este amor de Dios ha sido depositado en nuestros corazones y tiene mucho valor, es por eso que todo creyente debe permanecer en ese amor para que también Dios permanezca en él. (1ra Juan 4: 16).
Lección 5
EL COMPROMISO DE DIOS PARA CON EL
HOMBRE
El resultado de la desobediencia, el pecado, trajo consigo: Muerte,
enfermedad, sufrimiento, dolor.
Dios se entregó a sí mismo para rescatarnos, justificarnos y redimirnos.
Dios creó al hombre, por esta razón el hombre le pertenece, es de su propiedad y para ratificar el
compromiso que Dios tiene con el ser humano, también nos compró con la Sangre de Cristo, ahora
le pertenecemos doblemente por creación y por habernos comprado.
Dios se comprometió a salvar al hombre de la muerte y la condenación eterna, para ello, después
que recibimos por la fe a Jesús nos da la garantía de que sí somos salvos haciéndonos entrega del
Espíritu Santo. (Efesios 1: 13, 14).
UNA VIDA SIN JESUCRISTO
A las puertas de todo ser humano existen muchos caminos y muchas rutas
que aparentemente traen salvación, pero que tan solo son sendas de error
del necio conocimiento humano en Ciencias, religiones, costumbres y
materialismo.
El ser humano sin Cristo tiene un vacío en su corazón que solo Dios puede
llenar a través del Espíritu Santo, este vacío se origina por el pecado,
cuando el hombre peca automáticamente se separa de Dios.
UNA BUENA NOTICIA
El llamado de Dios fue hecho visible ante los ojos de los
hombres con la muerte y crucifixión de Jesús, Él nos rescató del
pecado y nos devolvió el reino que el hombre había perdido por
causa de la desobediencia. Hoy la puerta del cielo está abierta
día y noche para que tan solo reconociendo a Jesús como
nuestro único y suficiente Salvador obtengamos el sello de la
salvación y la entrada al trono de la gracia de nuestro Padre celestial. (Hebreos 4: 16).
Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a
los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”. Lucas
4: 18.
Jesús cumplió su propósito cuando vino a la tierra y hoy podemos anunciarlo. “cómo Dios ungió con
el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a
todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”. Hechos 10: 38.
Con tu decisión de recibir a Jesús como tu Señor y Salvador, hoy nace en tu corazón la semilla del
evangelio para salvación a tu vida y a tu toda tu casa.
Lección 6
EL ÚNICO CAMINO AL PADRE CELESTIAL
“…Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí”. Juan 14: 6.
El pecado causó una división entre Dios y los hombres, la maldad y
todo delito se apoderaron del corazón del ser humano, esta
separación trajo como resultado una sociedad cautiva en delitos y
pecados, dueña de su propia condena. Dios envió a su Hijo a darnos
vida.
Muchas personas creen que pueden llegar a Dios a través de rezos o poniendo su fe en imágenes
hechas por manos de hombre, piensan que a través de sacrificios y maltratando su cuerpo pueden
limpiar sus pecados; Dios nos dice a través de su Palabra: “Este Jesús es la piedra reprobada por
vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser la cabeza del ángulo.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Hechos 4: 11, 12.
Es cierto que cuando Jesús vino al mundo el grupo religioso de la época (Fariseos, saduceos,
esenios, Zelotes y demás), creían en un Mesías que habría de venir (Juan 4: 25), pero su endurecido
corazón y la falta de amor por el prójimo no los dejaron ver la gloria de Dios, por esta razón no
reconocieron a Jesús ni le honraron como Hijo de Dios sino que lo despreciaron y desecharon. Con
su sacrificio, esto es su muerte y resurrección, Jesús vino a ser el único camino al Padre para ser
salvo de la muerte y la condenación eterna.
La fe en su sacrificio nos levantará aún después de la muerte a la gloria eterna. “Jesús dijo: Yo soy
la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Juan 11: 25
Lección 7
EL ARREPENTIMIENTO
Una sabia decisión
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2da Corintios 5: 17.
Cuando Dios se revela a la vida del hombre, cuando hace personal su
llamado, es un momento crucial para toda persona, si nos arrepentimos
de nuestros pecados y doblegamos nuestro corazón a Jesús, entonces
se abre la puerta que conduce al primer escalón de una enorme
escalera que nos llevará a nuestro Padre Celestial. “…Al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Salmos 51: 17.
El acto de reconciliación es la conexión directa y personal de cada uno de nosotros con Dios, esta
relación interpersonal va a permitirnos vivir nuestras propias experiencias, una edificación
espiritual para recibir el conocimiento de Dios en nuestras vidas. Está reconciliación se logra a
través de Jesucristo. (Romanos 5: 11).
Dios no solamente nos ha reconciliado con Él sino que también nos ha dado el ministerio de la reconciliación. (1ra Corintios 5: 18).
Ahora somos embajadores de la Patria Celestial para que roguemos e invitemos al mundo a reconciliarse con Dios a través de Nuestro Señor Jesucristo, (2da Corintios 5: 20).
Esta reconciliación no se lleva a cabo por mérito propio o por obras ya que Dios no les ha tomado
en cuenta a los hombres sus pecados para que se reconcilien con Él, es un don inmerecido que se
recibe por gracia y fe, un acto de misericordia de Dios.
(2da Corintios 5: 19; Efesios 2: 9; Tito 3: 5).
SIENDO JUSTIFICADOS
GRATUITAMENTE
La justificación de Dios es el vestido que Cristo nos regala para que
caminemos en obediencia a Él, sin tener en cuenta nuestros
pecados anteriores, el sacrificio de Jesús nos lleva a los inmensos
prados de la gracia de Dios. “Porque por gracia sois salvos por
medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. (Efesios
2: 8).
Una reconciliación originada por gracia y fe que algunas veces
produce padecimientos pero que al final nos establecerá en la gloria eterna de Nuestro Señor Jesucristo. 1ra Pedro 5: 10; 2da Timoteo 1: 9).
Esta reconciliación es para todos los hombres que después de recibir a Jesús renuncian a la impiedad y a los deseos mundanos. (Tito 2: 11- 14).
Para permanecer en esta gracia es necesario que el creyente se esfuerce. (2da Timoteo 2: 1)
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por
el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”.
Tito 3: 5.
El inicio de una nueva vida en Cristo comienza con el arrepentimiento, la reflexión o tristeza y la
decisión de cambiar nuestra manera de vivir son el primer paso para alcanzar la salvación. En el
capítulo 3 del evangelio según San Mateo encontramos la predicación de Juan el Bautista. “Haced,
pues, frutos dignos de arrepentimiento,”. Un corazón arrepentido originará frutos para Salvación y
vida eterna.
EL NUEVO NACIMIENTO
Después de un genuino arrepentimiento y de una voluntad de
cambio en una persona se origina el nuevo nacimiento, es
entonces cuando somos regenerados, lavados y cambiados para
ser nuevas criaturas. (2da Corintios 5: 17).
Jesús hablo con Nicodemo, un doctor de la ley: “Nicodemo le
dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso
entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3: 4, 5).
Nicodemo conocía la ley pero no entendía el mundo espiritual, porque no había tenido un genuino
arrepentimiento, no se había convertido, no tenía amor, era un religioso más de la época. ¡NO
HABÍA NACIDO DE NUEVO!
Nacer de nuevo implica un cambio de vida, es morir a la vieja forma de vivir para caminar en una
vida consagrada y de obediencia a Dios en todas las áreas, dejar que Jesús entre en nuestro corazón
y lo llene de su inigualable e inmenso amor (Amor ágape), un amor inmarcesible acompañado de
la paz que sobrepasa todo entendimiento y el gozo de la salvación.
Para ello necesitamos estar convencidos que la vida que llevábamos no nos daría la salvación del
alma, convencido que viviendo sin Cristo estamos perdidos y muertos en delitos y pecados.
Lección 8
EL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS
Tal vez usted de pregunta: ¿Cómo sé que de verdad Dios me levantará?
Para certeza nuestra, Dios nos ha dado una garantía, para que
nuestra confianza no se pierda: Es el Espíritu Santo, quien nos
confirma la verdad de todas sus promesas y lo ineludible de un reino
celestial por venir.
El Espíritu Santo es la garantía de que Él sí nos levantará, es la
confirmación, la certeza de la salvación cuando recibimos a Jesús en nuestro corazón, para ratificar
esta salvación, Dios nos da el Espíritu Santo, quien nos recuerda todas las cosas, es como una llama
encendida que fluye dentro de nosotros, la cual debemos mantener siempre avivada con nuestros
aptos, nuestro comportamiento siempre debe estar enfocado a la voluntad de Dios, cuando un
creyente comete pecado, el Espíritu Santo se contrista, es decir esa llama tiende a apagarse.
Efesios 1: 13,14.
Jesús le mandó a los discípulos que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del
Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. (Hechos 1: 4). Los creyentes tenían que ser bautizados con el
Espíritu Santo para poder enfrentar la guerra, ya que el evangelio es una guerra espiritual y
nuestras armas no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, por esta
razón es que todo creyente tiene que ser envestidos de poder a través del Espíritu Santo.
(Hechos 1: 5; Efesios 6: 12).
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”. (2da Corintios 10: 4).
A través del Espíritu Santo en su vida el creyente podrá caminar en lo sobre natural de Dios y
entender la voz del Espíritu. “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la
casa donde estaban sentados;
Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el espíritu
les daba que hablasen”. (Hechos 2: 1- 4).
El nuevo creyente debe conocer al Espíritu Santo y establecer una estrecha relación con él en su
vida.
El Espíritu Santo es una persona y siente, de modo que debemos cuidarnos de no contristarlo, de
no herirlo con nuestras acciones.
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. (Efesios 4: 30).
SOMOS GUIADOS POR EL ESPÍRITU
SANTO.
Ahora usted es guiado por el Espíritu Santo, ya no vive por sus
emociones, impulsos y sentimientos sino a través de la palabra
de Dios, aprobando lo bueno y desechando lo malo, Él lo guiará
y le advertirá sobre los peligros. “Porque si vivís conforme a la
carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de
la carne, viviréis”. (Romanos 8: 13).
Ya usted es un hijo de Dios y es el Espíritu Santo quien lo
moverá y guiará en todo lo que haga y emprenda. “Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. (Romanos 8: 14).
La vida pasada quedó atrás, ya no hay tiempo disponible en la vida del creyente para andar en el
pecado, en Cristo morimos al viejo hombre y resucitamos con Él a una vida nueva.
“Para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres,
sino conforme a la voluntad de Dios.
Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias,
concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías”.
(1 Pedro 4: 2,3).
PROTEGIDOS POR DIOS
El Espíritu Santo nos provee la cobertura y la protección, a
través de nuestra obediencia a la palabra y de nuestra
consagración; es como un escudo invisible que nos cobija y nos
brinda la seguridad ante los peligros y envestidas de la vida en
nuestro diario vivir. “Someteos, pues, a Dios, resistid al diablo,
y huirá de vosotros”. Santiago 4: 7.
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica
el pecado, pues aquel que fue engendrado por Dios le guarda,
y el maligno no le toca”. 1 Juan 5: 18
Lección 9
LA REALIDAD DE LA REDENCIÓN OBRADA
POR JESUCRISTO COMO SOLUCIÓN AL PROBLEMA DEL PECADO
“Porque Cristo cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos”. Romanos 5:6
“Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8.
“…En quien tenemos redención por su sangre…”. Efesios 1:7.
SOMOS REDIMIDOS
¡Jesús nos redimió!
“En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa.
Que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
Efesios 1: 13, 14
Después de la caída del hombre por causa del pecado, el compromiso de Dios
latente, acto responsable del creador ratificado a lo largo de las Sagradas Escrituras, nos demuestra
la responsabilidad de Dios para rescatar a su creación (El ser humano). El plan de Dios se lleva a
cabo, con la muerte y crucifixión de Jesús, hemos sido rescatados, comprados, salvados para vida
eterna. Somos hijos, herederos de la adopción. “Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades,
ni lo presente, ni lo por venir,
Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8: 37- 39.
Dios había prometido la redención a su pueblo Israel, muchos creyentes estaban esperando la
venida del Mesías redentor pero pocos creyeron en Jesús.
Un hombre llamado Simeón tuvo el privilegio de conocer al Redentor de Israel y profetizar a sus
padres sobre Él.
(Lucas 2: 25 – 35). “Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que
viese al Ungido del Señor… Y lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, Diciendo:
Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra;
Porque han visto mis ojos tu salvación”.
Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada… y
era viuda hacía ochenta años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con
ayunos y oraciones.
Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”. (Lucas 2: 36 – 38).
Jesús vino a redimirnos de la maldición del pecado para restaurar SU REINO ETERNO donde
tenemos entrada por su sangre derramada en la cruz (Lucas 1: 68; Apocalipsis 5: 9; Apoc. 14: 3, 4).
La redención es gratis. “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Romanos 3: 24, 25).
En Cristo hemos sido justificados y limpiados de nuestros pecados con su Sangre preciosa. (Romanos 3: 26).
Como creyentes tenemos la esperanza de la redención eterna, esto es la transformación de nuestro
cuerpo a través de la resurrección y o transformación con Cristo en su venida; pero también la
naturaleza misma será redimida de la contaminación del pecado. (Romanos 8: 22, 23).
Esta redención no está basada en grandes méritos humanos sino en el amor de Dios, quien por su
infinita misericordia, escogió de lo más vil y menospreciado para dar la Salvación. (1ra Corintios 1:
25- 31).
La redención obrada por Jesús, nos confirma y acepta ante el Padre Celestial y nos ubica en la
poderosa posición de hijos de Dios, otorgándonos juntamente con ella, las riquezas de su gloria, la
herencia y toda sabiduría e inteligencia.
(Romanos 1: 7- 12).
Lección 10
LA ORACIÓN
Orar es hablar con Dios, su relación personal con Dios se
mantendrá viva a través de la oración, usted se puede
comunicar con Dios orando y Dios le responderá su oración, el
tema de la oración será el que usted desee, Dios espera de
nosotros sinceridad, que lo tengamos en cuenta a él aun para
lo más mínimo.
Si usted desea presentar su oración a Dios en una actitud de humillación estando de rodillas, eso
está bien pero no por ellos Dios dejará de oírle; Dios quiere que mantengamos una vida de oración
constante, de modo que usted estará en comunión con Dios en todo tiempo y en todo lugar, que
siempre lo tengamos presente.
La oración se refiere a la multifacética comunicación de los creyentes con el SEÑOR DIOS. Además
del verbo ORAR y sus respectivas conjugaciones, se describe esta actividad como invocación a Dios
(Salmos 17: 6) invocación del nombre de Jehová (Génesis 4: 26) Clamor (Salmo 3: 4); Buscar a
Jehová (Isaías 55: 6), Acercarse confiadamente al trono de la gracia (Hebreos 4: 16).
RAZONEZ PARA ORAR
Es imposible que en el creyente no haya alguna razón para orar, porque aunque tenga paz en su
vida, bendición, habrá la necesidad de dar gracias o agradecer a Dios.
Veamos algunas razones para orar:
1) Acercarse a Dios
2) Abrir el camino para llevar una vida llena del Espíritu Santo.
3) Proporcionar poder para el servicio a ese Dios maravilloso
4) Para lograr inclinarnos a la devoción
5) Para edificarnos espiritualmente
6) Recibir discernimiento de la provisión de Cristo en nosotros
7) Nos ayuda a vencer a Satanás
8) Para que podamos tener clara la voluntad de nuestro maravilloso Dios en nuestras vidas
9) Para que nos capacite en la adquisición de los dones
10) Para que podamos alcanzar una buena comunión con Dios
11) Para que imparta gracia, unción, sabiduría y misericordia.
12) Para llevar los perdidos a Cristo
13) Para obtener sabiduría, revelación y conocimiento de Cristo
14) Para traer sanidad
15) Para librarnos de las adversidades
16) Para que nos haga consientes de la presencia de Cristo Nuestro Señor.
Al analizar estos puntos vamos a notar que siempre tendremos una razón para orar.
ELEMENTOS Y MÉTODOS BÍBLICOS PARA UNA ORACIÓN EFICAZ
La oración se puede acondicionar con métodos y elementos que nos puedan ayudar a alcanzar una
buena relación con Dios, de allí depende que la oración se haga eficaz.
Entre estos elementos y métodos tenemos los siguientes:
ELEMENTOS Y MÉTODOS PARA LA ORACIÓN EFICAZ 1) Con adoración y alabanzas
2) Con Acción de gracias
3) La sincera confesión de pecados conocidos, es esencial para la oración de fe.
4) Pedir según las necesidades. Una oración incorrecta se hace infructuosa (Santiago 4: 2 – 4).
5) Oraciones fervientes y constantes.
6) Intercesoras
Estos elementos y métodos, entre otros, hace que la oración sea sazonada y de gran bendición.
¿COMO SE DEBE ORAR?
En cierta ocasión le preguntaron a Jesús, Señor enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos. (Lucas 11: 1 – 13) (Mateo 6: 5 – 15)
1) No usar vanas repeticiones
2) Expresar sinceridad, no hipocresía, ya que Él conoce el corazón
3) La posición de orar depende del momento, lugar o circunstancia
4) Igualmente la manera de orar depende de la fe del creyente.
- a) En voz alta b) En silencio
- c) A solas o en compañía
- d) En lenguas angelicales o humanas
- e) Con las propias palabras o con la ayuda de la palabra de Dios
- f) Se puede orar gimiendo, sin emplear Dios a través del Espíritu Santo llevará esas
oraciones inaudibles al Señor.
5) Y conforme a estas citas bíblicas aprendemos como realizar la oración.
- a) Santificando el nombre del Señor
- b) Pidiendo su reino o gobierno en nuestras vidas
- c) Pedir que se haga su voluntad
- d) Manifestarle nuestras necesidades e) Expresar perdón y arrepentimiento f) Pedir protección y dirección
Esta manera de orar nos la Dios nuestro Señor como modelo para desarrollarla en nuestras vidas.
CUAL ES LA POSICIÓN APROPIADA PARA LA ORACIÓN
Cuando nos basamos por medio de la palabra para encontrar cual sea la posición apropiada para la
oración, pues vamos a encontrar que:
Dios, lo que busca es adoradores, corazones contritos y humillados.
Como también la biblia señala a hombres que su manera de orar era el estar postrado,
manifestando humillación. Pues en verdad la reverencia al Señor es algo muy importante, mas no
podemos ignorar que el Señor sabe lo que realmente hay en el corazón. (Isaías 58: 5).
Existen muchas maneras de orar, cuando oramos no necesariamente debemos estar de rodillas,
Podemos utilizar la posición que queramos, con tal que nuestro corazón esté dispuesto, la oración
siempre será eficaz.
- a) De pie – b) postrados – c) sentados d) De rodillas e) Con la cabeza postrada en tierra f) Levantando las Etc.
CONFIRMACIÓN DE LA ORACIÓN EFICAZ
Por las sagradas escrituras vamos a encontrar oraciones eficaces que fueron confirmadas. Entre
estas tenemos
1) La oración que realizó el rey Ezequías, después de haberle hablado el profeta Isaías de que “Ordenare su casa, pues de cierto iba a morir
(2 Reyes 20: 1).
2) La oración del rey Salomón, con respecto a la casa de oración (2 Crónicas 7: 1 y 7: 12).
3) La oración de la profeta Ana, por causa de su esterilidad (1 Samuel 1: 9 – 20).
4) Entre otros que experimentaron alcanzar respuestas por medio de realizar oraciones eficaces.
Tenemos que tener en cuenta que nuestro Dios nunca falla, y él mismo nos dice: LA ORACIÓN Y LA REGLA DE ORO.
Pedid… Buscad…. Llamad… (Mateo 7: 7 – 12).
Jeremías 33: 3 “Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces…”
El creyente debe orar también por los gobernantes y por los que están en eminencia 1 de Timoteo 2: 2
En las oraciones de la iglesia siempre se debe orar por el pastor y por su familia porque es él la
cabeza visible en la iglesia.
EL PODER DE LA ORACIÓN
La oración es el mecanismo que confirma la fe de un cristiano porque orar es comunicarse con el Padre
celestial, y ¿Cómo podemos hablar con alguien que no vemos, alguien que no estamos seguros que
nos está escuchando, que no sabemos que está allí? Solamente con la fe verdadera podemos orar a
Dios genuinamente. Jesús vivió y murió orando.
Orar no es rezar, no piense que repitiendo palabras aprendidas de memoria es escuchado por
Dios, Dios no quiere de nosotros vanas palabrerías, nuestra oración a Dios debe ser racional, debe
tener un genuino control de nuestros sentidos, de tal manera que nuestra conversación debe ser
sincera en todos los términos. (2 Timoteo 2: 16).
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