Discipulado Básico

Discipulado Básico

Discipulado

Nivel 1

Año 2018 – Impreso en Perú – Este material es producido por la Comunidad Cristiana Sembrando Semilla – El

evangelio Integral al Servicio de Jesucristo en Todas las Naciones – Tiene un contenido basado en las

Sagradas escrituras para edificación al nuevo creyente y sirve como herramienta de evangelismo y manual

de fe para familiarizarse con las escrituras.

Escrito por: Robinson Maestre

Sembrandosemilla.robinson@gmail.comsemillarobin@hotmail.com

Citas Bíblicas tomadas de la Santa Biblia, RVR 1960.

Tabla de contenido

Cuatro pasos para alcanzar el éxito en la vida cristiana.

Lección 1¿Dónde se encuentra el hombre sin Cristo?

Lección 2 El Camino a la Salvación.

¿Qué es el hombre?

Lección 3 ¿Cómo llegar a Dios?

El arrepentimiento.

Lección 4 Una vida nueva en la fe.

Lección 5 Justificados por gracia y fe.

Lección 6 Un nuevo hombre. Lección 7 Somos guiados por Dios.

Lección 8 Fuimos comprados. Lección 9 Diezmos y ofrendas

RECOMENDACIONES PARA USAR ESTE MANUAL

  1. Objetivo: Comprender el plan de Dios de manera integral, crear la seguridad de

la Salvación de manera personal en la conciencia del creyente.

  1. No estudie con prisa. Tome el tiempo necesario para estudiar cada lección y

hágalo conscientemente sin perder su clase

  1. Busque todas las citas Bíblicas. A través de este material usted podrá

familiarizarse con el manejo de las Sagradas Escrituras, ellas mismas hablaran a su

corazón. Es recomendable usar siempre la misma Biblia.

  1. Reponga la clase perdida. No es suficiente justificar la ausencia, deberá reponer en

otro grupo la lección correspondiente.

  1. Participe. Para el mayor aprendizaje haga preguntas, observaciones y participe

activamente en la clase. Tenga en cuenta que la mente humana retendrá el 5% de

lo que oye, el 10% de lo que lee, el 20% de lo que ve y escucha, el 50% de lo que

discute en grupo y el 90% de lo que practica.

Cuatro pasos para alcanzar

el éxito en la vida cristiana.

Primer paso: Reconoce que has pecado, reconoce que

estás perdido del camino hacia la Salvación. (Romanos 3:

23).

Segundo paso: Sea consciente que viviendo de acuerdo a

su propia manera no podrá alcanzar éxito ni salvación.

(Proverbios 28: 13).

Tercer paso: Crea y confiese con su boca que Jesús murió

por usted en la cruz y que Dios lo levantó de entre los

muertos. (Romanos 10: 9 – 13).

Cuarto paso: Debes tomar una decisión en tu vida;

Decide si aceptas a Jesús como tu salvador personal

para seguirle y ser obediente a su palabra.

Haz una oración de fe que cambiará tu vida para

siempre.

(2 Corintios 2: 14).

Oración de fe: Señor Jesús, hoy decido que quiero seguirte para ser un ganador, confieso que soy pecador, abandono la vieja vida que he llevado

alejado de ti, te recibo como mi único y suficiente Salvador personal y confieso con

mi boca que tú eres mi Señor, que moriste en la cruz por mí y que al tercer día te

levantaste de entre los muertos. Gracias Señor, porque contigo seré una persona

de éxito. Amén.

¡Tú naciste para ganar!

Tú eres un triunfador, Dios te escogió desde antes de la

fundación del mundo para darte su victoria, para que seas

un ganador en Cristo Jesús.

Tener éxito en la vida cristiana es lo que todos deseamos

para alcanzar nuestros sueños.

Nuestro problema es “cómo hacerlo”.

Primero: El éxito verdadero debe abarcar todas y cada una de las

áreas de tu vida, espiritual y física.

Dios desea tu realización personal, matrimonial, familiar y

emocional, en todas las áreas. Un crecimiento personal “integral”

(3ra Juan 1: 2 – 5).

Aquí es dónde empieza el éxito y donde muchos han perdido la

huella: UNA CORRECTA RELACIÓN CON DIOS.

Segundo: El éxito no es algo que llega por sí solo, es una decisión. La

vida es un resultado de decisiones, no de chances, hoy eres lo que

escogiste ayer. “HOY TÚ DECIDES LO QUE SERÁS MAÑANA.” Hoy

puedes cambiarlo todo en tu vida, con una sola decisión.

(Deuteronomio 30: 19 – 20).

Tercero: Nunca podrías tener un verdadero éxito sin hacer a

Jesús tu Señor y Salvador. No importa cuánto tiempo de tu vida

hayas invertido en tu éxito, nunca lo abrías alcanzado hasta

encontrarte con Jesús y hacerlo el Señor de tu vida.

Es tiempo de que cambies tu mentalidad y dejes de ver a Dios

como una errada imagen religiosa. (1 Corintios 15: 57).

Empieza a conocer realmente a tu creador, al Dios bueno que

quiere tomarte de la mano y arreglar todo lo que está descompuesto en tu vida; Él

quiere borrar tu pasado con su sangre preciosa y llevarte directo al éxito,

asegurándote la vida eterna.

Jesús ya perdonó tus pecados, lo único que tienes que hacer es creer en tu

Salvación.

Ganar o perder en la vida depende de tus decisiones, por esta razón es necesario

que entables una relación personal con tu creador, Él es bueno y te comprende en

todas tus debilidades, Él te ayudará a levantarte cada vez que falles, solo cree y

confiesa tu error y Él te levantará. Esta relación entre Dios y tú, la mantendrás viva

a través de la oración. Orar es hablar con Dios; comunicarte con tu creador debes

hacerlo de una forma sencilla y segura, Entrando confiadamente el trono de la

gracia (Hebreos 4: 16).

Preguntas:

¿Qué áreas abarca el éxito en la vida de un creyente?

Respuestas:

  1. Éxito solo en el área espiritual
  2. Éxito solo en el área financiera
  3. Sanidad física
  4. Restauración familiar
  5. Éxito en todas las áreas

¿Cómo podemos tener un verdadero éxito en la vida cristiana?

Marque con una x la respuestas correcta:

  1. Dando buenas ofrendas
  2. Ayudando a los pobres

 

  1. Recibiendo a Jesús como nuestro salvador
  2. Haciendo muchos ayunos

¿Cómo debemos mirar a Dios?

Marque con una x la respuestas correcta:

  1. Como una imagen religiosa
  2. Como un tesoro difícil de alcanzar 3. Como nuestro amigo y confidente 4. Con desconfianza

Explíquelo: _________________________________________________________________________________

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Lección 1

¿Dónde se encuentra el hombre sin Cristo?.

El ser humano sin Cristo en su corazón está perdido,

desorientado y por más que busque los medios para llenar el

vacío que hay en su corazón, jamás podrá lograrlo porque ese

molde tiene la figura perfecta de Dios y “solo Dios puede

llenarlo”.

La naturaleza del hombre es pecaminosa, el pecado fue heredado de nuestros

primeros padres; Adán y Eva desobedecieron a Dios y el pecado entró en sus vidas.

Esta naturaleza pecaminosa que tiene el hombre lo lleva continuamente al mal. “No

hay justo ni aun uno.” (Romanos 3: 10)

Por esta razón el mundo está lleno de tantas injusticias, odio, mentiras y

corrupción. La maldad del hombre lo lleva a pensar que con la violencia y la

venganza puede resolver sus problemas y vivir mejor.

El hombre sin Dios está separado de su creador, está en tinieblas, necesita venir a

la luz y la luz es Cristo.

(Juan 1: 1 – 5).

El pecado de nuestros primeros padres trajo como consecuencia la muerte, de modo que “el que peca muere” (Romanos 3: 23).

El que muere sin Cristo, muere eternamente, porque muere con el pecado y eso no

le permite coexistir con Dios, está destinado a la condenación eterna, por esta

razón Dios está interesado en que todos los seres humanos lo conozcan para que

vivan eternamente con Él.

Preguntas:

¿Qué consecuencias trajo el pecado de Adán y Eva?

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¿Cómo puede llenar el hombre el vacío que hay en su corazón? ¿Por qué?

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¿Qué pasa cuando un hombre muere sin Cristo?

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¿Qué pasa con el que peca?

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¿Por qué necesitamos a Cristo?

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¿Qué es el hombre?

El hombre es un ente moral creado por Dios a su imagen y semejanza, es un espíritu en esencia que habita en un cuerpo que tiene un alma (tiene

cuerpo, alma y espíritu) (Génesis 1: 26 – 28, 31; 2: 7 – 8). A

diferencia de los ángeles, que son seres bipartitos (Con cuerpo

y espíritu), el hombre posee un alma eterna, es en el alma donde

se toman las decisiones por esta razón el alma que peca muere.

El hombre fue creado por Dios con el propósito de coexistir con Él para siempre, por toda la eternidad. (Salmos 8: 3 – 6).

Antes de crear al hombre, Dios creó el universo, hizo la tierra con todos sus

elementos y un ejército de seres vivos (Planta y

animales). Génesis capítulo 1. Puso Dios al hombre

como administrador, amo, dueño y señor de toda la

tierra para que gobernase ese reino con justicia, amor y

responsabilidad pero este propósito se obstruyó por

causa del pecado del hombre (La desobediencia).

Dios es bueno y sus pensamientos para con el hombre

son de paz y de bien, él quiere lo mejor para el hombre,

paz, felicidad y vida eterna, pero existe un grave

problema: “El pecado”.

El pecado de Adán y Eva, la desobediencia, los apartó del propósito original que

Dios tenía con el hombre porque fue destituido de la gloria de Dios, (Cita

Romanos) La naturaleza y la creación entera entró en desorden y la maldad se

apoderó de la tierra y de sus habitantes. Génesis 2: 15 – 17; 3: 6 -10, 17, 23 – 24).

El pecado en su diversidad de formas encierra toda clase de delitos y maldad y

todo esto afectó al mundo. Hambres, injusticias, guerras, enfermedades, violencia,

dolor, muertes y mucho más.

Rescatados de la tinieblas.

1 Pedro 1: 18-19.

Por causa del engaño de Satanás a Adán y Eva, la

humanidad quedó bajo el dominio del mal, cautiva

en las tinieblas. Jesús, un segundo Adán pero sin

pecado, pagó con su vida el precio de la salvación,

devolviéndole al hombre el reino que inicialmente

había perdido.

Jesús nos hizo libres de la potestad de las tinieblas. Colosenses 1: 13-14.

Romanos 14: 7-8.

Somos libres de la maldición, caminamos como redimidos con la libertad con la

cual Jesucristo nos hizo libres.

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios

lo creó varón y hembra los creó.” Génesis 1: 27. Fue

creado por Dios con cuerpo, alma y espíritu. El hombre

fue creado para coexistir con su creador, fue hecho

para la alabanza de su nombre, pero el hombre pecó el

pecado trajo como consecuencia la muerte.

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él

también participó de lo mismo, para destruir por medio de la

muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,

y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.” Hebreos 2: 14, 15.

Lección 2

El Camino a la Salvación.

(Romanos 1: 20).

El ser humano es consciente de la existencia de Dios pero por falta de conocimiento y mala orientación

religiosa lo busca de maneras equivocadas, es así como

muchos recurren a la hechicería, al espiritismo al

horóscopo, a la religión o llevan una vida creyendo en agüeros y ritos de diversas

doctrinas que solo traen engaño, muerte y destrucción.

Toda persona debe reconocer la necesidad que tiene de ser Salvo, para lo cual

debe aceptar a Jesucristo cómo su único y suficiente Salvador personal.

Dios nos ama y está interesado en que toda la humanidad sea salva, la salvación es

un regalo de Dios, es un don inmerecido, es una dadiva de

Dios. (Efesios 2: 8, 9).

Dios nos salvó con vocación Santa, no conforme a nuestras

obras, sino según su propósito y gracia que nos fue dada en

CRISTO JESÚS, EL HIJO DE DIOS antes de los tiempos de los

siglos, JESUCRISTO “nos salvó, no por obras de justicia que

nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el

lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu

Santo.” Tito 3: 5.

“Mas al que no obra, sino que cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” Romanos 4: 5.

Por otro lado se ve claramente en la carta del apóstol Juan, que la Salvación es una

“Donación” que se debe recibir con FE y sencillez. “Si recibimos

el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios;

porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca

de su Hijo”.

“El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha

creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”. (1 Juan 5: 10 – 11)

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6: 23).

La sanidad llega a través de la Salvación en

Cristo Jesús

En la Biblia encontramos muchos pasajes referentes a la sanidad, el deseo de Dios de sanarnos está establecido en su palabra donde dice: “Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” Uno de los propósitos por los

cuales Jesús vino a esta tierra fue para sanarnos, inmediatamente pensamos que la

sanidad de la cual Dios habla es una sanidad física, si… ciertamente Jesús lo hizo,

sano a muchos enfermos y paralíticos pero profundizando un poco más en las

escrituras entendemos que Dios está interesado en salvarnos, luego sanarnos el

alma y como resultado de esa acción de Dios en nuestras vidas recibimos la

sanidad física, todo esto se recibe por fe. Un ejemplo clásico lo encontramos en la

sanidad de Bartiméo, el ciego le pidió a Jesús que recobrara la vista, note usted

que la respuesta del maestro fue: “Vete, tu fe te ha salvado. Y enseguida recobró la

vista…” Marcos 10: 52. En otra ocasión “una mujer enferma de flujo de sangre

desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto,

porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.

Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.” Mateo 9: 22

El interés tanto de Jesús como de la mujer era la salvación antes que la sanidad,

esta mujer había sufrido mucho a causa de su enfermedad y es entendible que

haya perdido el deseo y el entusiasmo de vivir pero por encima de eso ella quería

ser salva, ella había entendido que hay una oportunidad de salvación para todos

los hombres, lo que muchas personas no saben es que la salvación trae consigo

sanidad física, de tal manera que un creyente a medida que crece en el Señor va

siendo sanado en su cuerpo físico pero también ese cuerpo se va desgastando a

medida que pasa el tiempo y de igual manera en él se empieza a formar un nuevo

ser espiritual que se edifica poco a poco a través del conocimiento de Dios y de su

palabra, los mecanismos que Dios usa para enseñarnos no son los mismos, en

cada creyente Dios actúa de diferente manera.

Todo creyente debe desear y anhelar la

salvación antes que la sanidad.

Jesús lo explicó refiriéndose a la vida eterna en: (Mateo 6: 26 – Mateo 10: 29)

La sanidad es producto de la salvación pero también encontramos casos de

sanidad y quién recibe el milagro rechaza la salvación (Lucas 17: 12 – 19)

La bondad y el amor de Dios no tienen límites, él es misericordioso y bueno.

Conocer a Dios es la mejor manera de recibir sainad y salvación, en la medida que

entendemos a Dios nos damos cuenta de su propósito en nuestras vidas, él está

esperando por ti, en la medida que usted es amigo de Dios él le muestra, le revela

sus planes con usted, él no hace nada que no le revele a sus siervos los profetas,

es por eso que usted debe estar en comunión con él en todo tiempo, a través del

Espíritu Santo, esto es a través de la oración constante, en todo tiempo y en todo

lugar sin desmayar.

Usted debe empezar a organizar su vidas desde todo punto de vista, para poder pasar a un nivel de fe más alto, si nos desviamos buscando placeres y deleites de este mundo nuestros intentos para todas

las cosas fracasarán y estaremos nuevamente enfermos. La meta es Cristo Jesús.

Preguntas:

¿Qué es la salvación? _________________________________________________________________________________

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¿Cómo se obtiene la salvación? _________________________________________________________________________________

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Explique con sus propias palabras lo que Jesús hizo por la humanidad

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Lección 3

¿Cómo llegar a Dios?

El hombre después de haberse rebelado contra Dios, quedó

separado de su creador, quedó perdido, desorientado y en tinieblas. Dios es luz y

para llegar a su luz necesitamos reconciliarnos con Dios, esto le traerá una nueva

mente y una nueva orientación a través del Espíritu Santo, para poder caminar

durante la vida, seguro y confiado.

¿Cómo podemos reconciliarnos con Dios?

En vista de la incapacidad del hombre para reconciliarse con

Dios por sí solo, nos ha dado el regalo de la salvación “Y esto

es don de Dios…” (Efesios 2: 8). Este regalo lo hemos recibido

por fe, creyendo en la muerte y resurrección de nuestro Señor

y Salvador JESUCRISTO.

No existe un sacrificio que pueda hacer el hombre capaz de otorgarle la salvación

porque somos pecadores y nuestras mejores obras son malas, de modo que Dios

introdujo al mundo a Jesús, quien con su inigualable sacrificio hecho en la cruz,

nos regaló la vida eterna.

Jesucristo es el puente entre Dios y los hombres, es el camino que nos conduce al

Padre celestial.

Dios nos ha dado el ministerio de la reconciliación “De modo que si alguno está en

Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas

nuevas.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos

dio el ministerio de la reconciliación.

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio

de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” (2 Corintios

5: 17 – 20).

El arrepentimiento.

Para poder entra por la puerta que nos conduce al cielo

necesitamos arrepentirnos. ¿De qué debemos

arrepentirnos?

De nuestros pecados. Cuando reconocemos que hemos

pecado y luego de reflexionar al respecto decidimos

cambiar nuestra conducta, nuestra vida, nuestros actos,

entonces se origina en nosotros “El nuevo nacimiento”. Es el

despertar a una nueva vida, una llena de victorias y de

triunfos ante el pecado.

El arrepentimiento nos da la oportunidad de decidir sobre

nuestro comportamiento cotidiano, sobre nuestra conducta y modo de vivir ante la

sociedad. Un verdadero arrepentimiento nos cambia integralmente, es un cambio

que nos da una nueva identidad en cada momento y lugar de nuestra vida de modo

que nos vemos diferentes, nos portamos diferentes, hablamos diferente y esto es

notorio ante la sociedad. En el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la universidad

y en todas partes. ¡Somos cristianos!

Lección 4

Una vida nueva en la fe.

2 Corintios 5: 17 Juan 3: 3.

Cuando una persona camina sin

Cristo, vive carnalmente y su mente carnal lo conduce a través de sus deseos e

impulsos, es por eso que hay tantas guerras en la humanidad. Al llegar a Cristo,

abrir su corazón y comenzar a caminar con Él. Su mente empieza a ser renovada y

su intelecto cambia, ahora vive por fe y esa fe lo lleva a experimentar nuevas

experiencias con Dios, quien a través del Espíritu Santo le renueva.

Es el Espíritu Santo quien nos da la convicción de pecado, de justicia y de juicio, él

entra en nuestras vidas cuando nos arrepentimos y recibimos a Jesús. Nos ayuda a

crecer y sus frutos empiezan a manifestarse en nosotros. Efes. 4: 22 – 32; 5: 1-20;

Colosenses 3: 5 – 17. Tito: 3: 4 – 8 Gálatas 5: 22 – 23.

Un nuevo creyente, debe comenzar a apartarse de su vieja manera de vivir, debe

buscar la ayuda y la orientación de Dios para poder crecer en la fe. No debemos

engañarnos a nosotros mismos mostrándonos cristianos en la iglesia y no serlo en

otro lugar, el cambio que quiere Dios para nuestras vidas debe ser integral,

sosteniendo la elección y vocación que hemos decidido.

Lección 5

Justificados por gracia y fe.

“Mas a todos los que le recibieron; a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1: 12.

Su posición como creyente lo eleva a una nueva posición ante Dios, ahora usted es un redimido, un Hijo de Dios,

(antes era una criatura de Dios), Usted no tiene pecados por los cuales Dios le

pueda condenar, ha sido absuelto de toda culpa. Dios lo está mirando a través de

la sangre de Cristo y su vida es justa ante Dios, Sus imperfecciones y defectos no

son un impedimento para que Dios lo reciba como hijo suyo, Él no rechaza un

corazón contrito y humillado, tampoco hace excepción de personas. No importa

cuál sea su raza, su posición su clase social sus ventajas o desventajas, usted ha

sido justificado delante de Dios.

Ahora usted es un miembro más del cuerpo de Cristo, Él le ha regalado la

Salvación, el sacrificio que hizo Jesús por usted en la cruz ha sido aceptado por

Dios como suficiente para justificarlo, es un regalo gratito que le da el privilegio d

permanecer en su presencia, sin intermediarios ni sacrificios adicionales.

(Romanos 1: 16 – 17; 3: 21 – 28; 5: 1; 8: 33). Tito 3: 1 – 7 Juan 3: 1 – 7 – Ezequiel

36: 25 – 27; 2 Corintios 5: 17; Efesios 4: 22 – 32.

CRECIENDO EN LA FE

Viviendo por la fe, no por sentimientos

Un hombre lleno de fe es una amenaza para las tinieblas, la fe rompe lo visible para entrar a lo

invisible, por la fe se obtiene la salvación y la justificación, cuando Dios llamó a

Abraham, este creyó a su palabra y fue justificado por la fe (Génesis 12: 1 – 5), la

fe es capaz de cambiar nuestro entorno, con la fe podemos mover el mundo

espiritual de manera sobre natural pero sin fe es imposible agradar a Dios.

La salvación no se obtener por méritos, es solo a través de la fe como usted puede

alcanzar la vida eterna, la Palabra de Dios dice que si alguno invoca a Dios crea

que existe ´

“…que sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario

que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es

galardonador de los que le buscan”

Hebreos 11: 6.

Eso de creer que Dios existe quiere decir que no simplemente

usted le invoca, es necesario estar convencido que él le oye y

responde a su oración.

Dios le ha entregado talentos y le pedirá cuenta por ellos. (Mateo 25: 25 – 29).

El evangelio es un estilo de vida, se trata de la salvación y estoy seguro que si Dios

le entrego esa salvación, él no está peleando con usted para quitársela, Dios quiere

que usted se capacite y sea útil en el reino.

¿Cómo debemos empezar entonces?

Capacítese y conozca su llamado, si usted es llamado al ministerio pastoral,

prepárese, estudie y sobre todo sométase a las autoridades que Dios ha

establecido en la iglesia y fuera de ella, no sea rebelde, sea amable no

pendenciero, no dado al vino, sea esposo de una sola mujer y que sus hijos no

estén acusados de disolución, porque estos son requisitos que Dios está

demandando de usted, si es pastor (Tito 1: 6 – 9).

Cuando el creyente actúa por su propia cuenta, fuera del llamado y de la voluntad

de Dios entonces las cosas no le funcionan y antes que ser de bendición resultan

ser un tropiezo y una carga para la obra de Dios, Dios está necesitando obreros

comprometidos con su llamado de manera responsable que se sometan a la

voluntad del Padre celestial para Salir al campo de batalla, a la guerra, implica

estar preparado para poder vencer al enemigo. “Vosotros también, poniendo toda

diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al

conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia,

piedad; a la piedad, afecto fraternal; y el afecto fraternal, amor.

Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni

sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es

ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos

pecados.

Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme

vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas,

no caeréis jamás.

Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Señor Jesucristo. 2 Pedro 1: 5 – 11

Jesús repetidas veces hablo con personas que estaban en el cielo, con Moisés y

Elías por ejemplo, de igual manera los ángeles lo conocen a usted, ellos hablan de

usted de su trabajo, de lo que Dios va a hacer a través de su vida porque usted es

conocido y reconocido por Dios, procure entonces hacer la voluntad de Dios y

cumplir con su llamado.

Es muy importante que usted anhele los dones de Dios, que usted tenga las armas

espirituales que le ayudarán con su vida y su ministerio, revelación, discernimiento

de espíritu, paciencia, mansedumbre, templanza, dominio propio, si usted no los

tiene y no ha sido ejercitado en ellos tropezará fácilmente, Dios quiere que su

gloria sea reflejada en usted de manera poderosa, viva para Dios, cumpla su

palabra y sométase a las jerarquías establecidas por el Padre eterno y para ello se

necesita humildad, la comunión de Dios es con los que le temen, él mira de lejos al

altivo. (Salmos 18: 27; 138: 6)

Estudie las citas bíblicas aquí mencionadas para debatir.

Preguntas:

¿Cómo se justifica el hombre para con Dios? _________________________________________________________________________________

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¿Podemos ser salvos si no tenemos fe? _________________________________________________________________________________

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¿Qué es la gracia? _________________________________________________________________________________

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¿Qué es la fe? _________________________________________________________________________________

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Lección 6

Un nuevo hombre.

Mateo 5: 14 – 16 Efesios 4: 24.

Un cristiano es un portador de buenas noticias, es un atalaya de

Dios, un embajador del reino de los cielos, de modo que debe verse

como tal, el cambió que propina Dios en el hombre se da desde dentro

hacia fuera, inicialmente cambia su corazón Ezequiel 11: 19, 20. Este cambió es

notorio, ahora usted es luz al mundo, sus obras son una carta abierta ante los

demás.

La naturaleza pecaminosa del hombre siempre estará con él hasta la muerte, es

posible que nos eduquemos para aprobar lo que es aceptable por Dios pero aun

así siempre estaremos expuestos a fallar. Si falla no piense que está perdido,

reconozca su falta y confiese su pecado al Señor, quien de inmediato le levantará y

restaurará, si peca no se vaya de la iglesia busque la ayuda y el perdón de Dios.

El crecimiento espiritual no se da por igual en todas las personas, hay quienes

avanzan mucho más rápido que otros. Las experiencias que vive cada creyente son

únicas y esto le traerá muchas enseñanzas de parte de Dios.

Al recibir a Jesús tenemos muchas ventajas; somos herederos de su gracia en esta vida y en la vida eterna. 1Pedro 1: 3 – 5; 1 Corintios 2: 9; 1 Pedro 3: 9 – 6.

Estudia las citas bíblicas aquí mencionadas:

Anota lo entiendes:

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Lección 7

Somos guiados por Dios.

Efesios 1: 13 – 14; 1 Corintios 3: 16; 6: 19 – 20

El Espíritu Santo es la presencia de Dios en nuestras vidas, nos da paz, nos guía y nos muestra el propósito

de Dios en nuestras vidas desde nuestro corazón, nos

reprende, nos redarguye, nos enseña, nos advierte sobre nuestros enemigos, nos

muestra los peligros, nos enseña a orar, nos corrige, nos santifica, nos ayuda en

nuestras debilidades, nos ayuda a entender la Palabra de Dios, nos comunica con

el Padre Celestial. (Juan 16: 6 – 15; Juan 4: 23-24).

Nos da dones y talentos (1 Corintios 12: 5-11).

Cuando fallamos a Dios, el Espíritu Santo nos redarguye y nos advierte que hemos

limitado la participación de Dios en nuestras vidas y Se contrista, se corta la paz de

Dios. Efesios 4: 30.

Usted es un amigo de Dios, debe acercarse a Él confiadamente, esto avivará el

fuego se su presencia en su ser.

La unción (Nivel de presencia de Dios en su vida) Puede aumentarse en la medida

que usted pide a Dios que le llene con su Espíritu Santo, para esto es importante la

consagración. Y la obediencia.

Efesios 5: 18- 20; 2 Timoteo 1: 6-7 Salmos 119: 37.

Estudia las citas bíblicas aquí mencionadas:

Anota lo entiendes:

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Lección 8

Fuimos comprados.

Dios, en su interés por rescatar al hombre le regaló la

salvación, nos compró a precio de sangre.

1 Pedro 1: 18-19. Gálatas 3: 13; 4: 4-5.

Le pertenecemos a aquel que nos compró, “Somos

de Jesucristo”, debemos vivir para Él y como a Él le agrada.

Anteriormente hacíamos parte otro reino pero ahora hemos sido comprados por

Dios.

Investigue y explique las citas bíblicas: _________________________________________________________________________________

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Lección 9 La oración

Orar es hablar con Dios, su relación personal con Dios se

mantendrá viva a través de la oración, usted se puede

comunicar con Dios orando y Dios le responderá su oración, el

tema de la oración será el que usted desee, Dios espera de

nosotros sinceridad, que lo tengamos en cuenta a él aun para lo

más mínimo.

Existen muchas maneras de orar, cuando oramos no necesariamente debemos

estar de rodillas, se puede orar de pie, sentado, caminando, etc. Si usted desea

presentar su oración a Dios en una actitud de humillación estando de rodillas, eso

está bien pero no por ellos Dios dejará de oírle; Dios quiere que mantengamos una

vida de oración constante, de modo que usted estará en comunión con Dios en

todo tiempo y en todo lugar, que siempre lo tengamos presente.

Usted puede orar solo, esa es su oración personal, podrá orar en grupo, con otra o

más personas, para orar en grupo es necesario que los que van a orar se pongan

de acuerdo por la petición de oración y debe haber un líder que dirija la oración,

los demás estarán apoyando la oración, de modo que haya un en lo que se está

haciendo, Dios espera de nosotros que seamos ordenados, si durante la oración

cada uno ora por una petición diferente y cada quien ora por su lado, solo se oirá

una algarabía, y aunque Dios lo oye, el débil en la fe o el no creyente pensará que

estamos locos y no lo entenderá.

2 Corintios 13: 9.

El creyente debe orar también por los gobernantes y por los que están en eminencia. 1 Timoteo 2: 1 – 3.

En las oraciones de la iglesia siempre se debe orar por el pastor y por su familia porque es él la cabeza visible en la iglesia. Romanos 15: 30 – 33 Colosenses 4: 3

A través de la oración se recibe sanidad, por consiguiente es necesario que

siempre se mantenga un espíritu de oración en el creyente por los enfermos.

Santiago 5: 14.

La oración debe tener un carácter sincero en el espíritu. Judas 20.

Jesús enseñó muchas cosas sobre la oración, Él dijo que debíamos orar por los que

nos ultrajan. Mateo 5: 44.

Nuestra oración debe ser reservada y privada sin vanagloria, antes por el contrario debemos orar con humildad para ser exaltado por Dios. Mateo 6: 5 – 9

En la anterior cita Jesús les explicó a sus discípulos las diferentes fases de la

oración utilizando un modelo conocido como El Padre Nuestro.

A través de la oración recibimos fortaleza ante la tentación. Mateo 26: 41.

El poder de la oración

La oración tiene más que ver con Dios y su voluntad que con nuestras peticiones.

Cada vez que oramos debemos buscar la voluntad de Dios para que ella se cumpla

y de esta manera puedan hacerse realidad todas las promesas de Dios en nuestras

vidas (Mateo 6: 33).

Dios no quiere de nosotros vanas palabrerías, Él anda buscando adoradores que le

adoren en espíritu y en verdad..

Santiago 5: 15; 2 Tesalonicenses 1: 11, 12; Efesios 6: 18; 1 Tesalonicenses 5: 17;

2 Tesalonicenses 3: 1; 1 Timoteo 2: 8; Hebreos 13: 18;

Comentario:

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Lección 9 Diezmos, primicias y ofrendas

El diezmo es el 10% de nuestras ganancias netas. Génesis 14: 20 – Génesis 28: 22 Levítico 27: 30. La ofrenda es el aporte que damos para contribución al evangelio. Cuando hemos dado el paso de fe, entonces

estaremos dispuestos a cumplir la palabra de Dios, los principios de Diezmos y

ofrendas están establecidos por Dios para el sostenimiento de la obra de Dios, Los

diezmos deben ser entregados al pastor, deben ser llevados al alfolí. Génesis 4:

3,4 – Génesis 20: 24 – Génesis 25: 2 Éxodo 25: 3 – Éxodo 35: 21

La primicia es el primer fruto de nuestra cosecha o nuestra productividad. Las

primicias también son un mandamiento bíblico y se dan para que sobre abunde la

bendición en nuestra casa. Éxodo 23: 19 – Éxodo 34: 22 – Números 18: 13 –

Deuteronomio 18: 4 – Ezequiel 44: 30

Comentario:

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